"Y, sobre todo, leíamos, leíamos todo lo que nos caía en las manos. Sacábamos libros de todas las bibliotecas públicas y, unos a otros, nos dejábamos prestados los hallazgos que conseguíamos encontrar. Pero la mejor academia, el lugar donde mejor se informaba uno de todas las novedades, era el café".
«El mundo de ayer. Memorias de un europeo». Stefan Zweig.
________________________________________________________________________________________________

miércoles, 29 de julio de 2015

LLAMADA PARA EL MUERTO. John Le Carré

Haciendo un esfuerzo por vencer la pereza que provoca el calor de pleno mes de julio, en estas latitudes del sur de Europa, me decido a redactar reseña de la primera novela de John Le Carré. El principal atractivo que le veo a esta novela, aparte del siempre peculiar encanto de las novelas de espías ambientadas en el "Viejo Continente", es la presentación del personaje principal creado por Le Carré en toda su vida de escritor: El agente de los Servicios de Inteligencia Británicos George Smiley. Un tipo interesante Smiley, el cual es tenido por muchos como el arquetipo del perfecto espía. De apariencia vulgar, con pinta de "don nadie" y que pasa desapercibido, pero que es un autentico zorro de élite en su difícil oficio. Sumamente inteligente y perfectamente consciente del tipo de mundo en que debe desenvolverse; culto y de vida sencilla, muy experimentado y expuesto a la lucha en primera linea contra las fuerzas de inteligencia rivales en plena guerra fría. Smiley es la antítesis de James Bond y esto se va viendo en muchos detalles desde la primera línea, por ejemplo en el  viejo utilitario que conduce ( Ford Anglia), y en el nulo interés que suscita entre las féminas. Me recuerda al Maigret de Simenon, con la diferencia de que este es un inspector de policía que como tal debe mostrarse, y Smiley es un espía que se mueve por esferas más altas en las que debe camuflarse. Dos tíos auténticos Maigret y Smiley. Otra diferencia importante entre Smiley y los otros dos personajes citados, o mejor dicho, entre las novelas de Le Carré, Ian Fleming (Bond) y Simenon, son los personajes secundarios; me refiero a los secundarios habituales que aparecen en varias novelas. En Le Carré son más numerosos y más activos, lo que contribuye al especial atractivo de sus novelas con Smiley de protagonista. Incluso en una de ellas es el propio Smiley que hace de secundario. Estos juegos me encantan. En cuanto a la novela en si, decir que se nota que es una obra primeriza; le falta peso, redondez, algo de coherencia en algunos detalles. Pero eso si, el talento literario del autor es patente. La descripción que hace de Smiley al principio vale su peso en oro, y se ha convertido en un clásico. La ambientación me gusta mucho; esa frialdad noreuropea tanto ambiental como de los personajes en liza, en la que serpentea la humanidad del protagonista; las noches y madrugadas del Londres de la guerra fria...
Del argumento no diré nada. Las historias de espías son altamente sensibles al "spoiler", y leyendo esta novela he recordado cuando no se debe desvelar cierta información.

Un saludo desde mi escondite secreto.