"Y, sobre todo, leíamos, leíamos todo lo que nos caía en las manos. Sacábamos libros de todas las bibliotecas públicas y, unos a otros, nos dejábamos prestados los hallazgos que conseguíamos encontrar. Pero la mejor academia, el lugar donde mejor se informaba uno de todas las novedades, era el café".
«El mundo de ayer. Memorias de un europeo». Stefan Zweig.
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lunes, 23 de noviembre de 2015

LA BATALLA DEL ATLÁNTICO. Andrew Williams

Los testimonios de muchos de los supervivientes que participaron de una forma u otra en esta contienda, constituyen el alma del libro. Supervivientes de uno y otro bando de todas las graduaciones y tipos de barcos; combatientes y no combatientes (marina mercante); aviadores, y algún miembro de los Servicios de Inteligencia; y sobre todo los testimonios de tripulantes de submarinos alemanes. La amena exposición de Williams (unas 300 páginas) abarca todas las vertientes de la batalla o frente del Atlántico. Yo prefiero llamarle "frente", ya que su resolución transcurrió durante toda la guerra, si bien es cierto que hacia el final perdió relevancia. Empezando por la estrategia empleada por unos y otros, y siguiendo por la descripción de tácticas, armamento, carácter de los personajes clave, y las múltiples situaciones y vivencias resultantes de la lucha, el autor nos ofrece una fiel panorámica general a la vez que nos narra anécdotas y detalles puntuales, así como por ejemplo: los hechos de Scapa Flow, y la captura de un submarino alemán que significó encontrar una maquina Enigma, que permitió descifrar el código de mismo nombre. Si bien todo lo referido por el autor es sumamente interesante, hay dos aspectos que dejan marca en la mente del lector, al menos en la mía: la vida a bordo de un submarino y la descripción de los naufragios; ambos temas ocupan una parte importante de la narración, y solo por ellos ya vale la pena leer el libro. Williams plasma muy bien la psicología de la tripulación de un submarino, y espeluznante resulta todo lo concerniente a los naufragios. El único "pero" que le veo, es que no dedica suficiente texto a los combates entre barcos de superficie; los hechos del famoso acorazado alemán Bismarck por ejemplo, son tratados muy superficialmente; se dedica solo a mencionarlo someramente. Pero esto no empaña el trabajo de Williams, que consigue ofrecer una excelente visión de lo que fue y significó esta batalla para todos los bandos, y la gran importancia que tuvo para el desenlace final de la Segunda Guerra Mundial. Por último destacar las buenas fotografías que contiene, así como una buena bibliografía (como es habitual en la editorial Crítica), y unas notas sobre los colaboradores, que nos cuentan quienes eran y que fue de ellos después de la guerra.
U-47, el submarino alemán que consiguió entrar en Scapa-Flow. Esta foto no sale en el libro


Un saludo.